Comentario Editorial
Abrazar el aire, apretar los dientes es una larga y desgarrada elegía, compuesta por un centenar de poemas, en la que se va relatando la historia de la agonía de María Oriana, hija de 11 años del autor, que falleció de cáncer. Consta de 4 secciones (I. "Fragilidad, desolación"; II. "La región más triste"; III. La gran ausencia; IV. Réquiem para Bella"), en las que se despliegan sentimientos de impotencia, desaliento, rabia y un doloroso aprendizaje al que no faltan los momentos de comunión y solidaridad entre el autor, su hija y su familia. Tiene como telón de fondo, tanto el hospital como los recuerdos de lo vivido. Recibe un relieve especial la fragilidad de la vida y la ineludible barrera de la intimidad del dolor ante la pérdida.
Los poemas aparecen insertados sobre un pergamino textual, blanco y negro, compuesto con el código de los mensajes telefónicos que se generaron desde la segunda torre del WTC, el 11 de septiembre de 2001. Este código está intervenido por el autor con texto cuyo significado permanece privado. Los versos, dispuestos a renglón corrido y separados por diagonales, resaltan sombreados de un gris que cambia a azul pálido cuando el cursor pasa sobre ellos. Al hacer clic en su superficie, emerge una ventana que muestra el poema en su disposición estrófica, con una barra lateral de desplazamiento. La ausencia de barra deslizadora en el pergamino textual principal produce una sensación de inconmensurabilidad y desorientación que refleja el sentimiento de falta de fin de una situación de dolor como la descrita. Las pistas musicales que acompañan la lectura también contribuyen a la inmersión en el clima de derrumbamiento, creando contrapuntos que expresan lo que las palabras no pueden decir. La experiencia general del poema es, de alguna manera, laberíntica y quizás remite, en ese sentido, a otra obra anterior del autor: Hotel Minotauro.